El castillo de Fuensaldaña, propiedad de la Diputación de Valladolid, fue mandado construir a mediados del siglo XV por la familia de los Vivero, propietaria también de un palacio en Valladolid con una importante carga histórica, puesto que en él firmaron su compromiso matrimonial los Reyes Católicos el 18 de octubre de 1469. Su fisonomía es la típica de un castillo señorial, con una torre del homenaje visitable, a la que se accedía por un puente levadizo, de 34 m de altura, de sección rectangular, y un sencillo recinto cuadrado con cubos en las esquinas. Su estilo se corresponde con el de la denominada Escuela de Valladolid, concepto ampliamente explicado en el espacio didáctico que alberga. En su patio de armas se construyó el hemiciclo de las Cortes de Castilla y León, pues fue la sede de esta institución de 1983 hasta 2007. Es un centro de interpretación de los castillos, punto de partida idóneo para visitar las muchas y variadas edificaciones de este tipo con las que cuenta la provincia de Valladolid.
Esta entrada incluye la visita al Castillo y visita guiada a la Torre. Este majestuoso edificio se proyecta a mediados del siglo xv como castillo de la primera época de la Escuela de Valladolid, aunque su dilatada construcción impide la ejecución completa del proyecto inicial y no alcanza la altura prevista en proporción con la torre.
El de Fuensaldaña es uno de los castillos bajomedievales de Castilla que mejor representan el poder ascendente de una familia de esa época. Su gran torre del homenaje, símbolo principal del linaje de los Vivero, y sus estancias palaciales asomadas a un patio central eran dignas de uno de los más altos nobles de la corte de los Reyes Católicos. Fue el escenario principal de la vida y muerte de varios de sus poseedores, muy representativos de la nueva nobleza de esos momentos, tan ligada a la administración del reino, y en donde se compusieron varios de los versos más famosos y sentidos del comienzo del siglo XVI español.
La construcción del castillo la comenzó a mediados del siglo XV Alonso Pérez de Vivero, hombre de confianza de Álvaro de Luna y valido del rey Juan II de Castilla. La continuó su hijo Juan de Vivero, uno de los nobles más cercanos a los Reyes Católicos, quienes no olvidaron que fue de los primeros que les apoyaron en su lucha por alcanzar el trono castellano y que en su palacio de Valladolid les acogió para poder celebrar sus esponsales.